¡Qué raros son los Fotógrafos de Naturaleza!

• Junio 2021

¡Qué raros son los Fotógrafos de Naturaleza!

Les gusta levantarse para hacer fotos a las 3 de la mañana, y lo hacen sonriendo. A veces se pasan toda la noche despiertos y ni bailan, ni cuentan chistes, ni toman la copa, nomós están ahí, eso sí, parecen felices.

Cargan una tonelada de equipo por cerros, desiertos, bosques, selvas, barrancos y muchos otros lugares olvidados de la civilización y lo hacen sonriendo, como si les gustara.

Planean durante meses ir a ver un animal, un ave, un insecto y cuando llegan al lugar y no lo encuentran o les llueve a cántaros, dicen sonriendo: “para la próxima”.

Le llueve, ya lo dije, les nieva, se los lleva el río, los revuelca la ola y siguen sonriendo y además dicen: “ni modo, así es esto”.

Provienen de los más diversas áreas de conocimiento, unos con carrera, otros sin ella, pero eso sí, para hacer sus fotos se ponen a estudiar como nunca lo hicieron en la escuela, sobre animales, plantas, hongos, ecología, etología, ecosistemas y quién sabe cuántas materias más y para colmo hablan bien raro.

A un mugroso gorrión le dicen algo que suena más o menos así: genospisabeili y a un coyote le dicen canislatrans, ¿lo pueden creer? Además, hablan de animales de los que nadie nunca ha escuchado o visto, nomás ellos se entienden, pero eso sí, se ponen más felices que niña de pueblo con novio nuevo, si vieron y retrataron tal o cual bicho y no hablo de un león o un dragón, no, con un pajarito o un escarabajo o una rana.

¡Imagínense!

Otra cosa: les gusta estar disfrazados y todos igualitos.

Creo que creen que pertenecen a un equipo de futbol o algo así, pero ni eso les sale bien porque a pesar de estar todos iguales, sus uniformes son muy distintos; todos usan sombreros, mientras más extraño mejor. En serio que son raros.

Gastan enormes cantidades de dinero en lentes carísimos, tripiés, boletos de avión, vehículos de doble tracción, equipo de campamento, de buceo, pagan exceso de equipaje en los aviones, compran y pierden cámaras trampa, mochilas, ropa rara, sombreros, botas, drones, binoculares, gps y son el segmento fotográfico peor pagado y para colmo muy pocos venden sus fotos.

A un Fotógrafo de Producto le llevan los productos a su casa, no tiene que salir a cazarlos o a buscarlos y no solo eso, le llevan los mejores ejemplares, escogiditos; se levanta de la cama hace las fotos y se puede volver a acostar y le pagan una fortuna.

El Fotógrafo de Bodas, no sale a ver si encuentra una pareja bonita, ni se tiene que esperar a la época de reproducción, tampoco los tiene que salir a buscar en la iglesia de su predilección, no, los novios van a buscarlo y le dicen cuándo será la boda y hasta se arreglan ellos mismos para salir bien en las fotos y saben qué, pagan una la nota por eso.

Al Fotógrafo Deportivo lo mandan a los partidos, a las carreras o la competencia que se trate, le asignan los mejores lugares, para que desde ahí dispare, ah y si se le va el gol, no importa, conque mande fotos de la celebración, sus jefes estarán felices. Además, se hace súper cuate de las estrellas deportivas, ve los partidos a nivel cancha sin pagar boleto y las marcas comerciales le pagan una “lanota” (mucha pasta, un dineral...) para que el logo o la marca salgan en sus fotos.

Al Fotógrafo de Naturaleza, le pican los bichos, se le ampollan las patas, se insolan, pescan pulmonías dobles, se deshidratan, se desloman cargando lentes gigantescos, se tuercen los tobillos, se queman, se emponzoñan con plantas o animales que no vieron o peor que no conocían, se les inunda el housing y la cámara y el lente, que costaron una fortuna, se convierten en lindos pisapapeles y sufren muchas tragedias más, pero lo curioso del caso es que no solo hacen todo esto felices, ¡ellos pagan por todo esto!.

Eso sí, hay que reconocer que al final del día, al terminar el viaje, ellos tienen las fotos más bellas y no solo eso, su trabajo sirve para rescatar esta nave maravillosa en la que viajamos tú yo y que le llamamos Tierra.

Esas fotos le permiten a niños y adultos conocer lugares, seres e interacciones inimaginables, disfrutar de esa enorme belleza y que, encerrados en sus ciudades, nunca la habían visto.

Insisto:

¡Qué raros son los Fotógrafos de Naturaleza!

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